La felicidad la construye cada uno a cada momento.
La vida está llena de gente que quiere corromper con esa felicidad. Cada vez hay mas gente que tal vez no quiere, o no puede, verte bien; y a medida que crecemos la vamos encontrando.
Pero lo que no sabe esa gente es que a algunas personas (y me incluyo) no es tan fácil hacerlas poner mal.
Lo que todos nosotros tenemos que saber hacer, o aprender, es ignorar a esa gente gris.
Cada uno de nosotros es como un pequeño arco iris que está en el mundo. En la gente feliz a veces los colores cambian, pero no se apagan. En la gente que te quiere ver mal esos colores siempre se van haciendo cada vez tristes, mas grises.
Por eso, lo importante es no seguir la corriente, no contagiarse de esos colores.
La vida es demasiado hermosa para darle importancia a cierta gente. Y la sonrisa es algo hermoso en todos nosotros, por eso no hay que dejar que nos la arrebaten.
Hay que demostrar de que por mas que nos digan algo nosotros somos felices y seguimos sonriendo.
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